lunes, 12 de mayo de 2008

Arte minimalista

Hace poco leía un comentario sobre una exposición de "esculturas". Se trataba de enormes placas metálicas de forma rectangular de un espesor de 20 mm y de 10 m de largo por 20 m de ancho. Algunas de estas placas estaban colgadas del techo, otras clavadas en el suelo. Dicha exposición (en Francia) causó gran expectación, visitas de ministros, personajes del mundo de la cultura, etc., y todos hicieron comentarios elogiosos del artista y su obra.

Pero, en un pequeño periódico, un avispado periodista entrevista al autor, y le pregunta acerca del simbolismo de su obra, vamos ¿que quiere expresar con esas placas de metal?. La respuesta fue: NADA. Simplemente pretendía que cada visitante percibiera cualquier cosa, lo primero que se le viniera a la imaginación.

Bajo mi punto de vista esto ocurre cada vez con más frecuencia en el mundo del arte, en cualquiera de sus facetas, sencillamente el autor no quiere expresar nada, o mejor dicho no quiere transmitir un mensaje al espectador. Llevado por un sentimiento "democrático" tiene que triunfar el "...que cada uno piense lo que quiera de mi obra...". Se está perdiendo una función primordial del arte que es despertar lo mas maravilloso que lleva todo ser humano dentro.

Esto llevado a la literatura, se traduce en los micro relatos;ojo no los relatos cortos; que son verdaderos atentados contra la literatura.

Algunos dicen que entonces tampoco tienen sentido frases célebres cortas "...los perros ladran, señal de que caminamos...", "...el hombre es el arquitecto de su propio destino..." y tantas otras frases que tienen un significado, un contenido que cualquiera puede comprender.

En fin, habría que preguntarle a Monterroso cual era su intención al escribir el relato del dinosaurio. Probablemente sus carcajadas llegarían a Marte si nos escuchase. Reivindico un arte sencillo, limpio, sin interpretaciones torticeras, un arte al alcance de todos, un arte no elitista. Reivindico esa literatura que nos habla de valores humanos, de amor, de paz, de amistad, y también de dolor, de guerra... ¿Por qué nos complicamos tanto la vida, con lo sencillo que es decir las cosas con naturalidad, para que todo el mundo lo entienda? Creo que Monterroso se está partiendo de risa con las cosas que decimos sobre su obra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No todo lo que no entendemos no tiene sentido, algunos gestos sin importancia pueden desencadenar pasiones en el receptor susceptible.
¿Porqué no piensas que, lo que no dice nada abre muchas puertas a la imaginación; más que lo concreto?
Aunque sólo sirva para hacer reir a una persona (Monterroso)ya vale la pena hacer un microrrelao y ... haber que pasa.
"lo bueno si breve, dos veces bueno; y si malo, tres."